viernes, 23 de marzo de 2012

Los Procesos, las Tareas y la Gestión de Prioridades



En una empresa se trabaja siempre por procesos, aunque la mayoría de las veces de una manera inconsciente. Los procesos pueden ser eficaces, eficientes y mantenidos bajo control o ser abandonados a su suerte debido al sistema natural de gestión de prioridades.

LOS PROCESOS
Cuando la empresa es mediana o grande para que un proceso sea eficaz, eficiente, mantenido bajo control y también adaptable (no confundir con desordenado) debe tener un Responsable, Líder, Director, etc según el nombre que la empresa utilice. Si necesita de las competencias de más de una función, ese líder habrá de formar un equipo de proyecto con representantes de cada una de las mismas. Esto es imprescindible, por ejemplo, en los procesos de introducción de la innovación.
Entonces surge un problema; cada miembro del equipo tiene dos jefes.
Algunos opinan que el Responsable del Proceso (yo lo voy a llamar así) debe ser también el jefe jerárquico de los miembros del equipo. Otros piensan que el jefe jerárquico de los miembros del equipo debe continuar siendo el jefe funcional y –últimamente- que no debe haber ni siquiera jerarquía.
En mi opinión, debe haber jerarquía y el jefe jerárquico debe ser el jefe funcional y ello en base a que debe; Co
Compensar los recursos entre proyectos, anticipación, modificaciones.ar la formación de su personal
Negociar con sindicatos y RRHH
q       Asignar los recursos de la Función a los diferentes procesos de negocio.
      Organizar el trabajo del personal de apoyo a los miembros del equipo y los recursos de capital de la Función.
q      
q       Preparar la formación de su personal y darle soporte.
q       Negociar con sindicatos y RRHH.
q       Dar continuidad a la supervisión de la carrera profesional de sus colaboradores.
q       Tomar decisiones basadas en conocimientos y experiencia. No se puede decidir por mayoría la solución de un problema técnico; en todo caso por consenso.

Para conseguir un compromiso personal de los participantes en un proceso, es vital que el responsable sea un profesional de la dirección de procesos y NUNCA un Jefe Funcional.
Una sola persona puede ser responsable de más de un proceso.
Todo el personal indirecto a todos los niveles está trabajando en procesos de negocio, en la mayoría de los casos sin ser conscientes.
Como un equipo así sólo puede funcionar si hay buena fe y gran profesionalidad en TODO el personal de la empresa, y eso es imposible, aparece cierta confusión en la determinación de prioridades, que es tanto mayor cuanto mayor es la complejidad de la empresa en relación con su tamaño. 

LAS TAREAS
Todos los procesos están constituidos por TAREAS de las cuales la Dirección solamente determina la fecha de vencimiento (normalmente absurda e irrealizable) de la ULTIMA.
Apenas hay planificaciones formales y cuando las hay cambian continuamente y se suelen abandonar. Las tareas no planificadas formalmente, se suelen denominar como “Día a día” y pertenecen a diversos procesos. Entonces, ¿cómo se deciden las prioridades, dado que la planificación es un accidente?. ¿Sofisticados programas informáticos?. ¿Intervenciones tempestivas de la Dirección?. ¿Diagramas urgente / importante?. ¿Detallados cálculos capacidad / carga?. Nada de eso; SIMPLEMENTE POR INSTINTO NATURAL.

LA ASIGNACIÓN NATURAL DE PRIORIDADES.
Diariamente se realiza una subasta de tareas en la que participamos todos. Los postores son todos los entes que necesitan que se realicen tareas y el medio de cambio las “unidades de tranquilidad” que cada uno de ellos ofrece. El “valor” de las mismas depende de la importancia del postor en el organigrama (formal o informal), la tarea de que se trate y el plazo para realizarla. También influyen; la mejora en el nivel de salario o incentivos, la seguridad en el puesto de trabajo, el grado de aprecio de la Dirección, etc. que cada subastador (los que realizamos las tareas) cree va a obtener por realizarlas. En función de todo ello, el subastador adjudica su tiempo y fija sus prioridades. Normalmente no se toma como prioritaria una tarea con un plazo superior a 48 horas, sea cual sea su importancia, a menos que el resto de parámetros tenga mucho peso. De ahí el abuso de la expresión “urgente”, y el principio organizativo de que “los cambios deben ser apoyados por la Dirección General para que sean posibles” (el postor de más nivel).
Por ejemplo, atender la reclamación de un cliente amigo del Director General que éste (como postor) exige se solucione hoy, tendrá prioridad sobre la necesidad de hacer frente a un problema denunciado por el Director de Calidad y que hace algún tiempo que está interfiriendo en la Producción.
Este modo de “priorizar” suele originar desorden, malestar, ineficacia, ineficiencia y tensiones innecesarias. Pero al ser “natural” será muy difícil cambiarlo por sistemas racionales y quizás no valga la pena el esfuerzo.
Pero en un proceso de una cierta duración (meses) y planificado seriamente, este modo de priorizar no es válido. De aquí que sea tan difícil planificar porque la planificación formal no es “natural”.

LAS CONSECUENCIAS
El sistema “NATURAL” de fijar prioridades, favorece mucho el corto / cortisimo plazo sobre la estrategia y la creatividad. Como consecuencia, a medida que pasa el tiempo, el número y la gravedad de las tareas de intervención rápida van aumentando y parece necesario contratar más personal indirecto para conservar la eficacia perdiendo eficiencia. Y este proceso continua solapadamente con cada vez menor eficiencia hasta que, en un tiempo más o menos largo según el escenario en que la empresa actúe, se dan las condiciones para que entre en crisis. Crisis que acaba con una de estas situaciones:
q       Cierre de la empresa; lo más probable en una situación como la actual.
q       Venta de la empresa a otra mayor (se supone mejor organizada).
q       Reducción y simplificación de la empresa., con cambios importantes y traumáticos.

COMO MEJORAR UNA SITUACIÓN DE ESTE TIPO:
a)       Un gran esfuerzo del personal directivo para mantener o conseguir un buen balance entre las tareas de intervención rápida y las de creatividad y estrategia.
b)       Simplificar al máximo la complejidad de la empresa en relación con su tamaño. Menos líneas de productos, reingeniería de los procesos, externalización de la producción, reducción de personal indirecto, uso de las TIC, etc.
c)       Planificar formalmente sólo los procesos más largos y complejos (por ejemplo el proceso de introducción de la innovación) y conseguir, para el Responsable de los Procesos planificados, el apoyo de la Dirección con el fin de lograr el compromiso personal de todos los implicados en la realización de las tareas.