Conclusiones
Como
consecuencia de la crisis, el PIB de España se ha reducido un 4% desde el año
anterior al inicio de la misma (2006). El desempleo ha pasado de un mínimo del
8% (2007) al 21,8% actual (EPA). A medio plazo, es improbable que el desempleo
caiga por debajo de 18%.
El
único modo de reducir el desempleo es aumentar el PIB MÁS de lo que aumente la productividad. Aumentar el gasto
público es muy inseguro y no depende solo de nosotros. Por tanto hay que
aumentar el consumo privado y la inversión. A corto y medio plazo, hemos de
incrementar las exportaciones y los ingresos por turismo. A largo plazo,
cambiar el modelo productivo.
Para
ello gobierno y empresarios han de tomar las medidas que sean necesarias,
además de la productividad, para aumentar nuestra competitividad. Volver a la
cultura del esfuerzo es crucial.
La
necesidad de recurrir a préstamos para cubrir los gastos de las
administraciones públicas (AAPP) cuatro días cada mes y el que nuestra
principal fuente de ingresos sea el turismo, hace nuestra posición muy frágil.
La inestabilidad política interna, un cambio en la política del BCE o una nueva
crisis europea podrían llevarnos rápidamente a una quiebra de consecuencias
imprevisibles.
Escenario
económico y social.
Para que se dé
una crisis de cualquier tipo, es necesario que mucha gente cometa muchos
errores durante mucho tiempo.
Como todas las
crisis económicas, la española ha tenido tres fases (figura 1).
El periodo de pre-crisis. Fue solo el principio y pasó inadvertido
para los que no estaban directamente involucrados. En éste periodo se advirtió
que algo no iba, pero no estaba claro lo que era. Este periodo vino señalado
por tres fases.
·
El rechazo. Los problemas se identifican pero son
rechazados. Recordemos el debate Solbes-Pizarro en febrero de 2008.
·
La angustia y el miedo. Se empiezan a buscar excusas y nacen
las rivalidades.
El periodo de la crisis propiamente
dicha, que fue terrible.
Como no se
intervino a tiempo en el periodo de pre crisis llegaron;
·
El Desastre. La opinión pública advirtió que la
crisis había llegado para quedarse. El
Gobierno en pleno no pudo disimular los problemas ni ante la gente ni
ante ellos mismos y menos ante la UE. El malestar apareció de golpe como una
fiebre repentina. Todo lo que podía hacer el gobierno era reaccionar
valientemente e intentar reducir los daños al mínimo. La cris involucró a todo
el país, sobre todo a las instituciones financieras, empezando por las cajas de
ahorro que eran públicas y no podían tener acciones ni beneficios (de aquí el
“invento” de las “preferentes” adoptado después por el sistema financiero). La
prima de riesgo aumentó rápidamente hasta llegar a 638 puntos.
·
El Pánico. Llegó después del desastre y el caos.
No se encontraban soluciones; ni siquiera los problemas estaban claros y los
políticos tiraban (están tirando) cada uno por su lado sin ningún sentido de
estado. La gente perdió la confianza primero en el gobierno y después en todos
los partidos políticos que existían al iniciarse la crisis. Todas las
decisiones que se tomaron eran (son) protestadas. Solo el cambio de gobierno y
la ayuda europea consiguieron recuperar, aparentemente como luego veremos, el
control de la situación aunque después de varios años de “shock” e incertezas.
El periodo posterior a la crisis
El cambio radical. Dado que la crisis es imposible de
resolver a corto plazo (como luego demostraré)
y la gente no está en condiciones de comprenderlo nos acercamos a un
cambio radical con la sustitución de los partidos políticos que crearon y
gestionaron la crisis, por otros nuevos en los que la gente cree, sólo porque son nuevos. Como la capacidad de un pueblo de
gobernarse democráticamente es proporcional a su grado de comprensión de la
estructura y funcionamiento de su cuerpo social, hay un fuerte riesgo de involución democrática. La España de
2020 solo se parecerá a la de 2006.
Figura 1. Etapas de la
crisis.
Como
consecuencia de la crisis, nos encontramos con el siguiente escenario:
La actividad
económica en cada país está influenciada por los valores de referencia dominantes y los vigentes no favorecen
la española.
A
partir de noviembre 2011, se tomaron una serie de medidas de austeridad, imprescindibles que
parecen dar buenos resultados.
Se firmó también un "Memorandum de
Entendimiento” con la UE para
el rescate del sistema financiero, que parece también haber dado buen resultado
y se reformó la Constitución para que el pago de los intereses de la deuda
soberana tuviera prioridad económica absoluta. Gracias a estas acciones y a la política
del BCE la prima de riesgo ha bajado de más de 600 puntos básicos
a alrededor de los 120, lo que el gobierno vende como un inicio de
recuperación. Poco se necesitaría para volver a los 600. La deuda de las AAPP alcanza,
prácticamente el 100% del PIB.
Si España volviera a la peseta como moneda, debería
devaluarla entre 15 y 25% [sbv1] para mejorar la
competitividad del país, empobreciéndolo al mismo tiempo. La deuda
del país y la morosidad de bancos y cajas sigue aumentando. El déficit de 2014 llegó al 6 % del PIB.
El
actual modelo económico español se basa en el
“Turismo Sol y Playa” y la Construcción y está formado en un 99,8% por empresa
de menos de 200 empleados. Habría que cambiarlo y no se ve la posibilidad en
muchos años.
La
estabilidad política y social del país es precaria. La corrupción está ocupando uno de los primeros
lugares entre los motivos de preocupación de los españoles. La gente no puede
entender lo que está pasando y se desconcierta escuchando opiniones
contradictorias de los políticos y de “gurús” mundiales. En las próximas
elecciones lo más probable es que el poder pase a partidos que hasta ahora no
han jugado ningún papel. El problema
de Cataluña es crucial.
Causas del desempleo
Hay que evitar
el desempleo porque es un problema a corto y largo plazo que afecta a los
parados en toda su vida laboral.
Desde 1979, el promedio de personas ocupadas ha sido
de 13.800.000 y el promedio de la tasa de paro del 17,25%. La forma de
la curva indica que éste es un parámetro que el país no tiene controlado
(figura 2). La causa inmediata es banal; el modelo económico español en
democracia no ha conseguido dar trabajo a más de 20.500.000 personas (año 2007,
máximo de la “burbuja”) con una población activa de 22.500.000 personas.
Actualmente la
población activa es de 23.200.000 personas y la ocupada 17.866 (figuras 3 y 4) superando
largamente el promedio de los últimos 38 años pero claramente insuficiente. El incremento de la
población activa (figura 4) está muy influido por el hecho de que la
inmigración fue aumentando durante los años de la burbuja, llegando al máximo en 2008 (más de 5.000.000 de extranjeros). La
población total, que en 1998 era de 39,6 mio ahora es de 46,4 (figura 7)
El aumento de la población activa es también una de las
causas del desempleo.
Figura 2. Fuente: INE
Figura 3. Fuente:
INE
Población
activa y población ocupada 1990…2014
Figura 4
Obsérvese que,
tanto la tasa de paro como el número de personas ocupadas siguen una línea de
tendencia prácticamente plana, reflejo de un modelo económico estancado.
En el punto
álgido de la burbuja, cuando por falta de trabajadores hubo que abrir las
puertas a la inmigración (“papeles para todos”) el desempleo no bajó del 8%.
Muy parecido a la media de la UE. Así las cosas creo que deberíamos tomar este
paro como estructural.
Actualmente, en
la zona euro, el desempleo es del 11,1%. Durante toda la crisis se ha mantenido en
valores parecidos mientras en España se triplicaba hasta alcanzar el 25%
(figura 5). Después de seis años de crisis y con un
PIB 96% del de 2007 aún
supera el 21% .
Después del
primer año (2009) y hasta el año 2013 el número de personas ocupadas siguió
cayendo mientras el PIB apenas variaba (figura 6). Una explicación es la
influencia del aumento de la productividad. Para reducir el desempleo, España
debe aumentar el PIB MÁS de lo que aumente la
productividad. Esto se está
consiguiendo con leyes laborales que han aumentado la empleabilidad en el
sector privado. Ningún empresario contratará gente que no necesita o
que teme no necesitar. La última cifra EPA de personas ocupadas supera los
18.000.000.
Figura 5
Figura 6.
Fuente: INE
Nos encontramos
pues con que, para conseguir una tasa de paro del 8%, similar a la del punto
álgido de la burbuja, necesitaríamos dar trabajo a 21.344.000 personas, cifra
nunca antes alcanzada.
En resumen, las causas de la tasa de
desempleo en España son,
·
Estructural
·
Economía
sumergida
·
Aumento
de la productividad
·
Inmigración
·
Modelo
económico
·
Valores
vigentes
Posibles
acciones
·
Austeridad
·
Medidas
Keynesianas
·
Crecimiento
Austeridad. Es la acción preconizada
por La Comisión Europea, el FMI y el BCE (la Troika).
La Austeridad,
por sí sola, no puede reducir el
desempleo. Es que no tenemos otra alternativa en nuestras condiciones,
como veremos.
El verdadero
problema de la economía española es el Déficit
de las AAPP
(figura 8). En los
años más duros de la crisis (2009…2012) se movió alrededor del 10% del PIB; en
2014 estuvo en el 6%.
Figura 8
Al referir el déficit al PIB, estos
números resultan engañosos.
El déficit es
la diferencia entre lo que se gasta y lo que se ingresa.
Un déficit del 6%
del PIB indica que el estado ingresa un 87% de lo que gasta (ingresa 400.000 y
gasta 460.000). De otra forma, para hacer frente a sus gastos (los nuestros) el
estado debe encontrar quien le preste dinero para llegar del día 27 al 30 de
cada mes. Y a un interés razonable.
Esto solo se
está consiguiendo gracias a los compromisos contraídos por Zapatero en 2011 y las
medidas tomadas por Rajoy y Mario Draghi en 2012 que consiguieron que la prima
de riesgo española bajara de 638 a 120 puntos básicos, lo que nos permite
seguir cubriendo los gastos del estado mediante préstamos. Permítanme decirlo
de otra manera; para cubrir los gastos
del estado en 2014 hemos necesitado que nos prestaran 62mio el doble de
lo que hemos gastado en Educación y Sanidad conjuntamente.
A notar que el
gasto público en España, desde el máximo de 437 mio en 2008 hasta los 432 mio
de 2014 solo se ha reducido en 5 mio. No parecen tantos los recortes. Históricamente
se ha visto que recortes superiores al 3% no son aceptados por la sociedad.
Si no se
hubieran tomado las medidas mencionadas, España solo hubiera conseguido, si los
conseguía, préstamos a un interés que ya había alcanzado el 8%. Si el déficit y
la deuda pública se descontrolan y la prima de riesgo aumenta podría no ser
posible obtener préstamos para pagar a los funcionarios, pensionistas, etc. Uno de los factores que podría
desencadenar el descontrol es la inestabilidad política.
De todas
formas, solo estamos comprando tiempo; no podemos seguir endeudándonos
continuamente al ritmo de 60.000 euros por año solo para pagar los gastos
corrientes (Educación, Pensiones, Sanidad, Personal…). La deuda pública en 2014
superó el billón de euros (figura 9) y
para cumplir las condiciones de la zona euro, no podemos pasar de 600.000
millones. Lo
importante no es la deuda, sino su velocidad de aumento (el déficit).
Figura
9
No
es aconsejable aumentar la deuda hasta que los acreedores lleguen a dudar de la
capacidad de los deudores para pagarla. En
algún momento, más bien pronto que tarde, aparecería una nueva crisis.
Actualmente
la mitad de la deuda española está en manos extranjeras (NO Residentes). En los
últimos 15 años ha crecido desde el 40 al 50% del total. En la década de los 90
solo el 10% estaba en manos extranjeras. Esta deuda es la que
realmente empobrece la sociedad.
Con el enfoque
de la Austeridad, la reducción del déficit solo puede conseguirse con aumentos
de impuestos y reducción de gasto público y, en ausencia de crecimiento económico, ambas medidas aumentan
el desempleo.
Medidas “keynesianas”.
Proponen
aumentar el gasto público, si es necesario con endeudamiento, para combatir el
desempleo, aumentando el PIB. El aumento del gasto público tiene un efecto
multiplicador en el PIB, como lo tiene la reducción de impuestos. Esto lo sabe
mucha gente. Lo que no es tan conocido, es además:
·
El gasto público debe dedicarse a
inversiones rentables; no a aumentos de coste. No vale pagar a gente para que
haga hoyos en la tierra y a otras personas para que los tapen (básicamente, en eso consistió el Plan
E). “Ya está lejano el día en que una
nación moderna dejaba derrumbarse su economía hasta el punto de que el único
alivio consistía en unas obras públicas inútiles y puestas en práctica a toda
prisa” (Paul Samuelson, 1948)
·
Los gobiernos deben tener preparados proyectos de inversiones rentables para prever
el desempleo en las crisis cíclicas. Si se empiezan a elaborar los proyectos
cuando empieza la crisis, normalmente se pondrán en marcha cuando ésta
finalice, creando entonces inflación.
·
En épocas de euforia el gobierno debe
disminuir el gasto público, o al menos evitar endeudarse para poder controlar
la inflación y tener capacidad para hacer frente a la crisis cuando llegue.
Por todos estos
motivos, Paul Samuelson Indica que para disminuir el desempleo en crisis que se auguran cortas (no es
nuestro caso) lo mejor es reducir los impuestos.
Uno de los
“gurús” de la aplicación de las medidas keynesianas es el premio Nobel Paul
Krugman. Se cita mucho su libro “Acabad ya con Esta Crisis”. Como el mismo afirma,
su libro se refiere más bien a los USA, que es la sociedad que mejor conoce. No
obstante, al final del libro, dedica un capítulo a Europa. Alguna de sus
recomendaciones, como la compra de Deuda por el BCE, imprimiendo billetes para
evitar el pánico, ya se ha hecho. También afirma que “…tal como están las cosas los países deficitarios tienen que poner
en práctica medidas de considerable austeridad fiscal durante un tiempo para
ordenar sus problemas fiscales”. Y más adelante, refiriéndose concretamente
a España “… para ajustar su nivel de
costes, España tendrá que atravesar un largo período de tiempo con tasas de
desempleo lo suficientemente elevadas para se vaya alcanzando una lenta
reducción salarial”.
Los economistas
que defienden aumentar el gasto público para reducir el desempleo,
probablemente confían en que el efecto multiplicador sobre el PIB compensaría
sobradamente el aumento de gasto público. Al aumentar el PIB se reducirían la
proporción del déficit y la deuda respecto al mismo más que lo que los habría hecho aumentar el gasto público y
el desempleo se reduciría. Muy probablemente se podría construir un escenario teórico
que les diera la razón. Pero hay algunas perplejidades:
·
La
Economía no es una ciencia exacta. Esta política, no dejaría de ser un
experimento, incluso en una economía autárquica. No sabemos qué efecto tendría
en un mercado global y abierto. Habría el peligro de que lo que aumentara fuera
el PIB de nuestros países proveedores.
·
Posibilidades
de repetir el fracaso del “Plan E”.
·
Necesitaríamos
el consenso de la “Troika” y nuestros acreedores para saltarnos las reglas de
la UE; déficit < 3% del PIB y deuda
pública < 60% PIB. La experiencia de Grecia es valiosa.
·
El dinero
para dedicar al aumento del gasto público, más del que ya necesitamos, habría
que pedirlo prestado y conseguirlo.
·
La
tentación es subir los impuestos. Este tipo de acción reduce el PIB, también
con efecto multiplicador. Una acción podría compensar la otra.
Una acción
positiva sería reducir el fraude fiscal y la economía sumergida, lo que podría
representar hasta 40.000 EUR pero ningún gobierno ha estado ni está por la
labor, probablemente por temor a su dificultad y a que sea peor el remedio que
la enfermedad.
Crecimiento
Desde luego, un
aumento del PIB mejora la situación. El problema es ¿cómo?. Nuestro modelo
económico no parece dar más de sí.
Será necesario
aumentar el consumo, la inversión y la exportación y disminuir las
importaciones sustituyéndolas por la producción de bienes autóctonos
competitivos, cuando existan. No es fácil en una economía global. Esto es lo
que se suele hacer con una devaluación pero normalmente produce efectos positivos
solo a corto plazo. Mucha de la producción interior emplea materiales o elementos
importados, que en una devaluación se encarecen automáticamente disminuyendo la
competitividad de los productos autóctonos y generando inflación. En cambio,
con una devaluación interna, como la que se está llevando a cabo en España,
aumentamos la competitividad, abaratando las exportaciones sin encarecer las
importaciones y manteniendo los precios.
La más
importante de nuestras fuentes de riqueza es el turismo. Equivale a exportación
y emplea mucha mano de obra, aunque en gran parte como trabajo temporal. Me atrevería a decir que mucha de nuestra
frágil, pero innegable, mejora económica se debe al aumento que hemos tenido de
los ingresos por el turismo.
Debido a sus
problemas de inestabilidad, terrorismo y violencia nuestros competidores nos
están ayudando mucho. Habría que aprovechar la oportunidad para crear otras fuentes
de riqueza con un nuevo modelo económico porque el Turismo no solo depende de
nosotros. A corto plazo debemos aumentar el turismo y a medio plazo la calidad
del mismo, disminuyendo la participación de aquel de “Sol Playa y Borrachera”.
Digo a medio plazo porque para conseguir turismo “de calidad”, las personas que
los reciben también deben ser “de calidad” lo que significa hablar idiomas,
conocer los países de origen, tener competencia profesional, etc. Ello
significa profesionales pagados como corresponde. Un empleado
improvisado y mal pagado no atraerá turismo de calidad.
El resto de los
servicios no contribuirán a aumentar el empleo si no lo hacen las otras
verdaderas fuentes de riqueza; Industria manufacturera, Agricultura y
Construcción que representan el 12, 2,6 y 5,4% del PIB respectivamente (16, 1 y
4,7% en Cataluña). Estas dos últimas están prácticamente estancadas, veamos que
puede ocurrir con la Industria, que es la
principal fuente de empleo a tiempo pleno y con contrato indefinido.
Actualmente la
Industria manufacturera representa algo más del 12% del PIB, prácticamente la
mitad de Alemania. Parece posible aumentar su participación pero, ¿cómo
hacerlo?
¿Cómo
puede hacerse con tan pequeño número de grandes empresas
tractoras nacionales? ¿Qué puede ocurrir si las empresas tractoras son extranjeras?
Un país en un mercado global debe
ser capaz de hacer algo mejor que los demás para poder aumentar su producción
industrial. ¿Es nuestro caso? ¿Se puede conseguir por ley?
Como todas las empresas nacen pequeñas pero con la ambición de hacerse
grandes –todo negocio que no aumenta disminuye- nos deberíamos preguntar por
qué tan pocas empresas industriales han crecido en nuestro país y otras
han desaparecido.
La
VISION de los gobiernos de cambiar el modelo productivo y mejorar la
competitividad en España es la adecuada para la post-crisis. Debe completarse
con la estrategia para hacerlo. Una vez se tomen las primeras medidas
positivas, si son consensuadas y acertadas, el cambio de modelo productivo
podría tomar entre 15 y 20 años. El transitorio puede ser muy doloroso. Hay que
tener en cuenta que un cambio de la importancia del que se propone necesita
también un cambio de sistema de valores. El estado solo puede influir
indirectamente en la mejora de la economía y para corregir varios de los
factores que influyen en la
competitividad se encuentra una fuerte contestación social.
Figura 10.
Fuente: INE
Aumentar la
productividad bajando los salarios, ya se ha hecho. Es un primer paso, pero la
productividad no es más que uno de los factores de la competitividad.
El umbral de
pobreza está situado en unos 17.000 Euros. Observemos la evolución de los
salarios (figura 10).
Vemos que dos
veces el Salario Mínimo Interprofesional representan 21.084 Euros /año (límite
para las declaraciones de renta). En 2008, 56,8 % de los asalariados superaban
ese valor; en 2013, 53,8 %. Destaca el fuerte aumento de los que no llegan al
SMI (4,5 % en la población total pero un
50% de aumento en ese segmento). A partir de cuatro veces el SMI (42.200 Euros)
no hay variaciones significativas.
Otros factores para
mejorar la competitividad de las empresas son,
Factores del entorno:
1. Infraestructuras de transporte
2. Legislación medioambiental
3. Mercado de trabajo
4. Legislación laboral
5. Sistema educativo
6. Normativas aplicables a cada sector
7. Infraestructuras de telecomunicaciones
8. Infraestructuras energéticas
9. Régimen fiscal
10. Régimen financiero.
Factores internos
1. Investigación, Desarrollo e Innovación
2. Costo de la mano de obra
3. Productividad
4. Formación y cualificación de la mano de
obra
5. Organización interna y cultura
organizativa
6. Tecnología y bienes de equipo
7. Costo de las materias primas
8. Capacidad empresarial. Liderazgo
9. Relación calidad/precio de los productos
10. Volumen de las exportaciones.
Otro factor
externo, más importante de lo que parece, es la mala imagen que tiene la empresa industrial en España, sobre todo en la
juventud, como elemento sórdido, explotador y destructor del medio ambiente .
Según el “IMD
World Competitiveness Score Board” España ocupa el número 37 entre los 61
países analizados, habiendo mejorado dos posiciones desde el 2012. El primero
es USA y el último Venezuela. Suiza ocupa el cuarto puesto y no será por sus
sueldos bajos. Aumentar la
competitividad es el único medio de gozar de una economía sana. Es largo y
difícil pero no hay atajos. El resto es pensamiento mágico.
El Estado debe
mejorar los factores que dependen del entorno, siempre y cuando su intervención
no genere contestación social y haya consenso entre gobierno y oposición. La
última vez que sucedió esto fue en los “Pactos de la Moncloa” de 1977.
Sin un sistema
educativo consensuado y basado en la cultura del esfuerzo no se puede pensar en
salir del status quo económico
actual.
Los factores
internos dependen de los empresarios y de los empleados. Contentarse con rebajar el coste de la
mano de obra y aumentar la productividad es insuficiente.