sábado, 11 de agosto de 2012

La Imagen, la Confusión y el Respeto.


La nuestra es una sociedad de gran complejidad con un número cada vez mayor de normas y leyes y un rechazo creciente de las mismas, incluso por los mismos que las elaboran, aprueban y promulgan. Esto produce una enorme confusión y faltas de respeto. La forma de vestir es una “señal débil” de esta situación.


Hace algunos años, el máximo dirigente mundial de una empresa global con fuerte implantación en España y sede central en Barcelona vino a visitar las instalaciones. La Dirección General organizó una cena en el Puerto Olímpico para homenajearlo, a la cual fueron invitados muchos de los directivos de toda España. Era el mes de junio. A la hora de la cena el Puerto Olímpico y sus restaurantes estaban abarrotados. Todos –todos- los directivos, así como el dirigente mencionado, acudieron vestidos con americana y corbata. Era un espectáculo chocante ver tal cantidad de personas vestidas de esa manera en una noche de verano en el Puerto Olímpico de Barcelona. La razón que todos (Dirigente mundial, Dirección en España e invitados) tenían era hacerse respetar y mostrar respeto con aquel pequeño sacrificio. Probablemente el entorno no era el más adecuado para el acto.

He recordado esta anécdota al ver la foto de los primeros Consultores  graduados por un colegio profesional en un curso de Certificación para la Edificación Sostenible y reproducida en la revista que publica el mencionado colegio profesional. Los 12 graduados (de todas las edades) iban vestidos como para una cena informal o para ir de copas. Lo encontré igualmente incongruente. Las vestimentas de las dos situaciones estaban invertidas.

Está muy claro que no es apropiado ir a pasar un día de playa vestido con americana y corbata. Tampoco lo es que un empresario vaya vestido de mamarracho (pantalón “bermudas”, camiseta negra “imperio” y sandalias “brasileñas) a dar el pésame a la familia de un empleado fallecido en accidente de trabajo.

Pero no todas las situaciones están así de claras. Hoy día es normal ver a hombres de todas las edades presidiendo un seminario, un acto formal de importancia en una universidad o en un colegio profesional, forum, simposio, etc. vestidos informalmente mostrando con impudicia su (normalmente) feo cuello. También lo es ver a jóvenes vestidos con ropa de playa (bañador incluido) en una biblioteca. ¡Una biblioteca merece respeto!. O profesores de escuela o universidad dando clases vestidos, ya no en modo informal (que podría ser adecuado) sino  de mamarracho. ¡Y se quejan de no ser respetados cuando son ellos los primeros en no respetar a sus alumnos!.

Tomando como ejemplo la foto a la que hacía referencia, entiendo que la finalidad de la misma era dar una imagen del primer grupo de personas que, a través del mencionado Colegio, habían conseguido la graduación. Las partes interesadas eran los graduados, el Colegio y los que recibimos la revista, como clientes potenciales. El título es oficial y tiene carácter internacional. Era un acto formal. Las 12 personas vestían en modo informal (para entendernos, como para ir de copas) en un entorno y situación formales. ¿Qué imagen se ha querido transmitir con esa aparente incongruencia?.
·         Quería darse una imagen de modernidad. Mostrar respeto y querer ser respetado (probablemente ni siquiera ser educado) no es moderno. Desde luego es más moderno decir “yo y mi padre” que “mi padre y yo” pero no me parece más respetuoso. Tan falso es “Cualquier tiempo pasado fue mejor” como “Hay que ser moderno”.
·         Se quería dar imagen de modestia y humildad. Si se toma una foto para hacer publicidad de un curso que da a las personas graduadas más conocimientos y más oportunidades que a las que no han tenido la posibilidad de seguirlo, me parecería más bien hipocresía.
·         Nadie es más que nadie, por tanto no hay que vestirse en forma incómoda (atuendo clásico) para respetar o ser respetado. Aquí se confunde la capacidad y méritos de las personas con la IGUALDAD DE DERECHOS.
·         Lo importante es sentirse cómodo en cualquier circunstancia. ¿Cuál es el límite para una foto así, e incluso durante el desarrollo de un curso?. ¿Vestir como un mamarracho?. Como he dicho, algunos profesores de universidad ya lo hacen. ¿El torso desnudo? (ya sucede en la ciudad). ¿Olor corporal?. ¿Quién fija el límite, porque parece cuestión de tiempo?.
·         “Un profesional no es más o menos capaz por el modo en que viste”. Parece lógico, hasta que se piensa que la excelencia de un profesional se basa en la cultura del esfuerzo, aquella en que, ceteris paribus, obtiene más el que más se esfuerza. Si ese profesional no es capaz de hacer un pequeño esfuerzo para respetar y merecer respeto, vistiéndose adecuadamente, puede ser que no crea en la cultura del esfuerzo y, en consecuencia, no podrá ser un buen profesional. Una interpretación mucho más grave sería que nuestra sociedad ha sustituido la cultura del esfuerzo por el igualitarismo.
·         Las personas vestidas en modo informal, como para ir de copas, son menos convencionales, más trabajadoras, creativas y se preocupan más por la sostenibilidad y por “un mundo mejor”. Aunque está claro que la afirmación es falsa, la imagen es cierta. El atuendo clásico (americana, camisa y corbata) se acerca más a lo que la sociedad interpreta como la imagen del empresario. Se ha escogido evitar que se pudiera considerar a los interesados como próximos a los empresarios, es decir a las únicas personas que pueden crear puestos de trabajo, también para los propios graduados, explotando empresas (públicas o privadas) que añadan Valor; es decir que obtengan beneficios. La leyenda dice que Bill Gates trabajaba vestido de mamarracho, pero la historia dice que cuando acudía a las entrevistas formales endosaba atuendo clásico.
·         Era el final de la última reunión de trabajo. O la foto fue una improvisación de última hora o no se pensó en avisar a los graduados de que se tomaría la foto o, en realidad, nadie quería transmitir nada. En ese caso no se comprende la necesidad de la foto.

Esta claro que, sin molestar a nadie, sin vestir como un mamarracho o desprendiendo un fuerte olor corporal, en una entrevista o en un acto formal cada uno puede elegir la vestimenta que prefiera. Hay que tener en cuenta que la elección puede tener consecuencias.

Nota. No estoy preparado para opinar en lo que se refiere a vestimentas del sexo femenino y además los 12 graduados eran hombres.

Glosario (Diccionario de la Real Academia Española)

Convencional. Dicho de un acto, de una costumbre, de una indumentaria, etc.:Que se atienen a las normas mayoritariamente observadas.
Clásico, ca. Que no se aparta de lo tradicional, de las reglas establecidas por la costumbre y el uso. Un traje de corte clásico.
 Crear.  Establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurado. Crear una industria, un género literario, un sistema filosófico, un orden político, necesidades, derechos, abusos.                                                                       
Formal. Dicho de una persona: Seria, amiga de la verdad y enemiga de chanzas.
Hipocresía. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
Humildad. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.      
Informal. Dicho de una persona: Que en su porte y conducta no observa la conveniente gravedad y puntualidad.                                                                
Moderno, na.  Que en cualquier tiempo se ha considerado contrapuesto a lo clásico.                        
Mamarracho. Hombre informal, no merecedor de respeto.
Modestia.  Cualidad de humilde, falta de engreimiento o de vanidad. 


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